Freemium, más que un tipo de software en particular, es un modelo de negocio. El modelo de negocio freemium permite que el usuario pueda utilizar la aplicación sin pagar por ella. Sin embargo, el acceso a la aplicación no es completo, sino que se accede a la misma con algún tipo de restricción.

Green cat eyes
Un momento. Entonces, ¿Estoy accediendo a la aplicación gratis? 

La idea del modelo freemium es que utilicemos y adoptemos la herramienta y que, en algún momento, lleguemos al tope y pasemos a pagar por el servicio. Por ejemplo, con el caso de Mailchimp, no podemos tener más de 2.000 contactos, solo 1 persona puede acceder a la plataforma, y se pueden enviar hasta 10,000 emails por mes. Que no está nada mal. Y si queremos acceder a más características, los planes oscilan entre los U$S 10 y U$S 300 por mes.

¿Dónde está el problema?

Lo que suele estar oculto, con este tipo de aplicaciones, es la enorme inversión de tiempo que realizamos en el proceso de adopción e la herramienta. Todo ese tiempo aprendiendo a usar la herramienta hace que el costo de salida sea cada vez más caro. Por ejemplo, si yo consigo una nueva herramienta que me da más contactos gratis, o mejores prestaciones, hay que migrar toda la información que tengo, que tiene un costo.
Por otro lado, la empresa puede cambiar los precios o las condiciones de uso de la herramienta unilateralmente. Al no tener posesión de los datos (están en servidores externos), vamos a tener que aceptar las nuevas condiciones para poder seguir operando y, si el día de mañana migramos a otro servicio Freemium, podemos correr con la misma suerte.

¿Qué podemos hacer?

Hay otras alternativas al software Freemium, como el software de código abierto y el software licenciado. Lo vamos a ver más a fondo en otro posteo.

Si tenés alguna duda sobre software Freemium o de código abierto, escribime a martin@logic-computers.com.ar.